miércoles, 4 de marzo de 2009

Como va la vida.

Han pasado dos años, dos largos años (como si hubieran sido 10) en los que el alma ha viajado bastante a través de las experiencias nuevas de la vida… Se siente como volver a casa, a una casa vacía, donde al ver cada objeto presente ahí, llenos de polvo, te inundan de memorias (Memorias que hacen sonreír, obvio).

Creo que esta vez seré más constante con este blog, ya que he dejado muchas cosas de lado, no sé si por flojera o porque simplemente ya no sentía que era parte de mi…Mejor hablo un poco de lo que ha acontecido estos casi 2 años en los cuales no he estado por acá.

Empezaré diciendo lo más importante, terminé el colegio hace unos cuatro meses atrás, en la prueba de selección universitaria (PSU, PSUcks, P(obres) S(aco) U(eas), etc…) no me fue tan tan bien como pensé que me iría, pero quedé contento.

Me fui de vacaciones después de un receso de 2 años en los que estuve encerrado en este gran agujero lujurioso que es Sanfiasco (Santiago), me largué a San Carlos. Al llegar a esa ciudad me vino a la mente tanto recuerdo nostálgico que no pude evitar entusiasmarme igual que un cabro chico, al atravesar aquel pueblo.

Me reencontré con mis primos, tíos y lo más importante, con mi querida abuela. Después no me quería ir, al pasaba tan bien con mis primos; aquellas caminatas nocturnas, ir a beber a los bares, caminar por la plaza principal. Cada salida significaba conocer algo nuevo o dar un recorrido para rememorar algunos lugares. Wow, echaré mucho de menos aquella ciudad.

Hay algo muy importante que debo anunciar…¡Estoy en la U! (en la Chile, obvio). El miércoles empezaré mi primer año de medicinaVeterinaria. No era lo que siempre pensé que sería, pues, a veces, lo que nos tiene preparado el destino aparece un segundo antes de que suceda, y es justamente lo que sucedió.

Recuerdo el día en que me matriculé, mi padre estaba tan emocionado que apenas podía contener la emoción, yo simplemente mostraba mis dientes de lobo sonriendo de felicidad.
Una hermosa facultad repleta de animales, con los que conviviré día a día… La única queja que tengo son los flytes, mi facultad se encuentra en La Pintana o como diría para que no se oiga tan Cuma: LO Pintana o “Le Pintané. Aquel día con mi padre fue un nuevo comienzo dentro de la vida que no para nunca…Luego fue el turno de beber unas cervezas…¡Hasta el fondo!

Creo que eso es lo más relevante supongo… Lo demás solo han sido momentos terroríficos, amoríos, traiciones, nuevas amistades, peleas, momentos gloriosos, etc.

Ya no estoy con la banda que tenía antes, recuerdo que yo tuve un drama de riñas internas con algunos personajes, lo cual terminaría provocando que en algún momento yo me largara de ahí, pero la banda falleció el día en que nuestro baterista asumió algo nuevo en su vida, más importante que la banda e incluso, sus amigos, pienso que tal vez fue lo mejor.

Tuve amores sin promesas, con esperanzas no incluidas, fugaces como el cariño de un colibrí, como el rayo al caer sobre la tierra dejando mucho más desastre y fuego. Amor adhesivo, para pegar un momento en el corazón de alguna mujer, para luego decir adiós con un abrazo y despegar (Y es increíble como el pegamento se agota). Cada una de ellas fue como una quimio que aniquilaba el cáncer de la soledad a la cual yo me comenzaba a acostumbrar y mi mundo asimilaba.

Casi tuve cáncer, por una casi tuberculosis, por una neumonía mal cuidada... Pero acá estoy, la mala hierba no muere, así como los malos hábitos...No así como Dios, o como Nietzsche, ni como las estrellas.